miércoles, 31 de octubre de 2012

LA SIESTA ARRIADA



El habla de la infancia es ello, salir por la tangente del domingo.

Del abismo alcoholino se sale por la arcilla, remontado cometa.
Pareja hacen el amo con su sierva, la neurosis labra el resto
de oro, corazón y créditos.







De Las ciudades descalzas sin nosotros, 2012.





REAL DE LA PALABRA


Pulsar del distendido arrojo el límite de almácigo.
Donde nombrar deja trazarse tren del extravío.
Riendas férreas de lianas despareja, hacia ningún
acopio en lenta orilla, cernido de lo súbito.

Zaranda del pellejo grazna el pez por las rebabas,
huellas de labio armada en filo, bolsa e hilo. Raíz del  
humus fabricada. Tesoro remover lombriz  y cáscara. 
Tanteos de ese todo medio hecho,  superficie hollada.

Grulla distante hueso labra manos del remo,  hundida
lámpara, a silo conmovido. Fluentes del aljibe en el ojo.
Volcán de toda mira,  torrente es de la seda guarecida.

Paciencia de la bestia sopla orígenes. Entusiasmo fantasma. 
Bocanada de facas por tapeo. Tizne que el corazón de dios 
locura canta. Tripas desbarrancado amor cada latido.




De Las ciudades descalzas sin nosotros, 2012. 



sábado, 27 de octubre de 2012

ENSUEÑO DEL SONETO


De voz la clara hondura estaca cinchos,
donde relincha casi todo aguce subterfugio.
Cristal sudado del opaco brillo a crina limpia,
y encimeras de arena en cíclopes de sismo.

Tenderse espuma donde florece el chorro.
Encima sobre escucha pasadizo. Domada
noche de ello dejarse sacudida, presta pesadilla.
Anima mundi en la reyerta ombligo de la pluma.

Donde ningún anónimo dormita cuenta la ola.

Espectador y director enjutas, sueño arquitecto
del feroz arquetipo, docta irredenta, desarropas.

Hiena de herir las horas descompletas, tiempo al ardor, 

encausa huídas. Torre que en cuatro rey cabalga peones. 
Flama de reina por escotes. Agite de las hijas por porrones.

De Las ciudades descalzas sin nosotros, 2012.



miércoles, 17 de octubre de 2012

LAS CIUDADES DESCALZAS SIN NOSOTROS


Entre un punto y otro,  Marina.
El arco de una lira en cause arada.
Ases del nombre,  Joseph.
El  poema.

Toda palabra oculta ubre de su urbe. 
Abre lo inédito.  Arrojado cedazo en
trompa de escamoles. 










lunes, 15 de octubre de 2012

VITRUVIO EN JERUSALEM



En el adentro bruto del aliento alitera.
Versura que comanda el buey  nunca al revés.
Cinchos vientos tirantes donde nada se ve
sólo nubladerales de cause 
a sol partido.







De Las ciudades descalzas sin nosotros, 2012.


PIRAMIDE DEL SOL


Lindante del otoño
el domingo de viento
viene desde abajo y acaricia
como impacta la ciudad el resto
de los días su valle de automóviles
manto de olas.  Piel que
inventó las formas de escritura
fundada sin saber.  Obsidiana
en la rima despareja de las piedras 
rebanado el inicio
de orígenes filosos.
Mella ruiseñora de la fresca solar.

La brisa es el jaguar
azules nítidos
el cielo de rugidos. 

                                                                                                    

                                                                                                                 De Parque México, 2011.




sábado, 13 de octubre de 2012

LECHE HERVIDA

                                                                                                       para Luis Thonis


En las crudas como en las secas 
reyertas, siempre habrá el sol de Reygadas
que encandila mezcal
contracorriente y manso
te descentra. Comienza
a des argumentar que prosifica,
estira para abajo ventisqueras, 
plomo 
hasta soltarse astillas, 
hilacha sobre atole.

Tramos de tansa extensa donde  
la ciudad por las palmas agujereada
hecha sábanas, deja calcar sus marcas
de blancos y naufraga en mis manos
peladas. 

Tierra debajo de la edad donde
los dioses no clamaban pie de páginas  
porque leer no se cantaba.

O las pupilas no horadaban en sol
desbaratarse mella a punta de balas.

O que antes del nombre de mi gato, Bam Bam
fue un pequeño demonio cavernícola antes de Bart,
una bestia drogada antes del paco, en el camino negro 
del Buen ayre, óxido de la noche antes que la palabra notte
en Almagro de almácigos a mal entendedor en almizcles 
pedorros entre ases. Dejar que prose,

que se arenguen soltándose los asuntos del verso.
Hasta que carcomidos sean versura ciega de idilios. 
Curados en su cruda de gerundios 
bastardos.

Donde decía solar debe decirse por escrito leche hervida.
Sin versalitas ni asterisco, ni inclinarse al con texto. 
Porque la conversa dizque desatina, destila 
aguardentosa sin salvas 
transferencia de las cosas.

Quiero escribir p´abajo 
chorreaderos de espuma de amor espejito.

Dejar caer mortajas en cinceles 
hasta que lírico su tierra se sacuda. 

Nadie nació medido de pulsión 
sacudido en blancos desatados cadalzos,
mecido a saltos mayestáticos del huso.

Hay noches del espacio en la escritura
donde el jarabe traduce sus arcadas sin orantes
ni simios ni relámpagos,
donde la fuga mordiéndose patea 
las propias espesuras de la selva doméstica de ménsulas
que se limpian el culo de un capricho. Lampazo aplauso 
crédito.

A ventilar p´abajo tarros sin carnada.
Lo que abajo luego de asentarse quemado 
a cuchillazos
se quita y no hay tramontina que pula
sus melladas escamas
ni filo
que no sangre 
por la herida mal escrito, liebre del gato,
nubarrones -mal pedo- por balurtos.

En las trípas de sábalo 
el pescador obtiene su prestigio,
ríos de tinta en las agallas napas, 
singladuras -escama por escama-
oscuridad sin muelles en la friega.  
Nudo a lombrices de tinas 
opacidad del brillo.

Toda jerga trapea las mañanas trabajo sucio en las palabras.





De Las ciudades descalzas sin nosotros, 2012

  

jueves, 11 de octubre de 2012

EL CARDENAL



Del granado que madura el otoño en los elotes, los rubíes.
De esquites al balaje vitral de la nogada.
Castilla de las uñas, panochada en los piñones. 
Libro de la siesta el manjar. Poblano, cilantro y dulcineo.





De Parque México, 2011.







martes, 9 de octubre de 2012

RACIMO


De nuevo la noche no reitera los versos.
Sólo un pogo de solos sin luciérnaga.
Silencios aventados de insistir sin réplica.


Esta noche extraño el día, el viento, el cielo.
Extraño haberte tapado con sábanas de lino.
La manta de la noche del mar siempre extranjero.

Buenos Aires. El río. Tus homóplatos.
Las cuerdas alcoholinas que caen como peras

del olmo de mejillas. La mirada de padre
cuerdas del trasiego en la siesta.

Escamas de lo visible del manubrio de olvidos.
Toboganes sin riestra ni atrás dejados
nada, hamacas en la víspera.

El instante ensalma del racimo la tardanza
sin metro de la estrella. Polar susurra
extremidad, arenas movedizas. Olas de
pestaña en la palabra adoro.

La ciudad del deseo no es un muelle
diamante de arcilla en el paisaje de fuego.
Ciudades epidérmicas del fruto.



De La sangre de la letra, 2012.










domingo, 7 de octubre de 2012