Hay delirios de dios que con mayúsculas
en joto perdigón dizque de saña sirven
para encastrar la sangre sancionada
última palabra, rencores insistidos,
e identificación regurgitada.
No atraparé al ratón ni lo pondré en la olla.
Ni en tacho rojo de cincuenta galones.
Se quedó sin su queso de caja fuerte.
Sangre de ojo agitada sangre negociada.
Silbante de éxtasis en sus viejos retornos.
LYRICS, 2017
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