El parque en los venados, en papalotes.
Zarzas intraducidas de los subrayados.
Bailar bajo un toldo de vinil incendiado
en el ochenta y dos. Y que nada se espante
para que nada se quite sobre el miedo solvente.
Bailar para que se perfore la siesta fría desde
adentro que ni a signo. Ferdinand de Saussure
jamás orillará esas lejanías. Agujeros
de salida.
A las guerras las junta la pasión de saberse
cavadas de por grietas infinitas de abrazarse
trincheras templadas nos habíamos...
Rompe sin deshacer el viento rompe olas.
Azotado mar Lord Byron a orillas del verano.
Parque del mar en donde bailo.
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