Que cuando nadie se daba cuenta
transmutaban vertidos de avispero
en la ciudad sin eco que la cifra se
cita fagocitada cálculo prosélito.
Horas del huso menos verticales.
Cuando los quicios improbables
sueltan fruto secreto casi siempre
de a voces pétalo sin resto,
arrobados abrojo de pregnancia
los llamaste, Jacques, agua fijada
estanque de los cíclopes.
Ladridos del arre en las narices
echados en la carta sin mazo
de orientarse su gestión
de usufructo.
VELÁZQUEZ, 2018
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