Muchos después del mar el día del mar.
Antes muchísimo antes se desplazaron
los tumultos voraces, despedazados
identificaciones y supuestos. Olas
subterfugio que los asombros
despedazados no fumigan.
Basta un cuenco pequeño para no pastorearse
en las esquinas siquiera acurrucar en las manos
con que se yerguen los estanques. Hundidos
riesgos precipitados cuando la siesta homologa
bocas de lobo en lo que muda. Preposiciones
esquirlas de polvo sobre arcilla. Pedregales.
Las distancias asidas así portátiles del calco
a su inmanencia lo discreto hacen propio de
insensato. Allí donde agujereado el aquí sin
para siempre esculpe su materia.
Sin tanto restregar el mar labra los rasgos.
VELÁZQUEZ, 2018
No hay comentarios:
Publicar un comentario