Se echó en eso abrojo su destiempo.
Orillas de obscuridad azul fundido
a negro. Tramado desecho que imposible
se inscribe. Espinel, toda necesidad anzuelo
por anzuelo, su carnada.
Hello Kitty, 2024
Se echó en eso abrojo su destiempo.
Orillas de obscuridad azul fundido
a negro. Tramado desecho que imposible
se inscribe. Espinel, toda necesidad anzuelo
por anzuelo, su carnada.
Hello Kitty, 2024
En el aire mostrable de la profundidad sin claves
horadan las partes políticas de las cosas. Ahorita
capitulado del instante. Las formas de su exclusa.
Despertar no es escapar. Eso entrada que azoro,
la escritura tiende por su estancia horizonte.
Oriente del banquete de las líneas del día
radioactivo. Echadas cartas, manos por escrito.
Aire del retrato que la sutura tanza en la tardanza.
Hello Kitty, 2024
Con el verano el sueño sacó
puntas con la lluvia en lo dado
de lo nano. Registros que abren
los átomos. Mercurio de vertientes
atonales donde un cántaro. Objeto
borde voz que nada sin decir
cactácea por su casa.
Hello Kitty, 2024
Dizque a dos B en las líneas del trazo.
Único y huella, maraña del cuaderno
desensillados del acervo con peldaños
de metro.
Caminadas las púas en vinilo de diamante,
encabalgados los pedales, analógicos del infinito
anacronismo.
Por perennes abrojos con su equis minúsculas
big time sensuality -esa felicidad- que Bjork
obtiene consentidos nuestros cuerpos para
bailar Manhattan de un paseo.
Hello Kitty, 2024
El mar a dos mil doscientos metros
bajo las estacas. O el río a menos por el filo
silencio que acuna como amaga.
Corte a la bolsa del principio. Aparte del punto
sin borrego.
Hello Kitty, 2024
Ante unas línea del mito de experiencia inmediata, un antídoto,
esa felicidad atole de limón conseguido bien temprano; agotados
los tamales.
para Susana Dicker
Tras la siesta, como quien dice trasiego,
para nada obvio por su neta que, desde
o hacia índole alguna, funda sus soportes.
Dizque dichos espejos.
Pues porque al cine, carnal, vamos a vernos.
Hello Kitty, 2024