Afuera entre lo
ajeno el ajetreo más en menos.
El nido de lo
dicho en andas sin escrito.
De asertos en lo
nimio.
Sonido que al
granizo formado del instante
hinca tembladeral de
astas. Desparramo del
hueso en el
relámpago. Venas de lo vertido.
Porque la
verdadera velocidad de la música
en las cosas está hecha de luz, nutriente sueño.
Miras sin hijos de
los idos almácigos.
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