lunes, 24 de junio de 2013

PARQUE DE LOS VENADOS ACARICIABLES


Ello que indiciario las nieves de Tlalpan 
por la torre en mezquita el sueño abraza 
librado olvido que al deseo no extingue.  

Entelado hacer de huellas como la luna 

el extravío domingo, destino en lo imposible,
como niebla del verde, acantilado y cerro.

Ello que de basalto, morisco el perro 

de San Pedro Atocpan centinela e infancia
arrancan para siempre del cuerpo del amor.

Volcán la noche que no regresa el pueblo a
 
la imposible lluvia y no disuelve nada, funda 
lobezna la ciudad de lava, del cuerpo sumidero. 







1 comentario:

  1. Original. Una poesía que ocurre muy lejos de cualquier clasificación, que hace rizos con el sentido y que se acerca peligrosamente al borde.

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