jueves, 19 de junio de 2014

LAS CORTES GENERALES


Rosamonte especial. En el leve recuerdo las vorágines. 
Sorbo incontable que cifra transgresiones de transición 
inmemorables. 

Canarias. Consistencia que suele aglutinar a la prosa cuando
las distancias obturan lo que el verso hace pie por los cuadernos.
Puente insistido carreteras alternas.  Sémola de ideal indistinguido 
empuje. 

Nobleza gaucha. Hay un diario del nunca arrebatado hiancia,  futuro anterior inenarrable. Yunque de lo contemporáneo exilio, fusta, de la palabra justa. 

Taragüi. Donde moran los palos de la bolsa, el mate de las cortes del nido de las horas. Pupila de la tinta en la reserva ciega, tiempo esplanada de lo que transcurre. Acervo hecho del pie sin atarse las manos. Ensalmo. Literatura -arado campo nomás-. Hierba del país sin remedo yerbatal incurable.   

A sus marcas...  las disipa saberse sedimento. Mandados de  infancia. 
Restos cuya burla en silencio, tentempie, rueca los mitos 
en naufragio de cáscara imposible.   

Lo real por sus máscaras sin reino.    










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