Salvo contados con los dientes del juego de palillos,
a esa bola de nieve pulsional, no hay dique que le valga.
Ni pupitre ni amarres de arbolito ortopédico. Podas
portada vigilar y castigar por ritalinas, dizque bonete
de burros esquineros.
Lo que escarba contingencia se olvida en cómodas
cuotas de escritura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario