Atardece, encendida, la estrella del enigma.
Cicatriz incluso, marca ninguna, del arrojo
venido inimitable y recóndito. Miel de los
zarpazos en la manzana verosímil escabullida
cifra, resto y coma. Cuenco del mar de formas
encuerado océano del espejo. Dispersión que su
merced itera labrada discreción de puentes
echados en olvidos levadizos al día sin
hubieras.
Piano de Kayak, 2019
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