Del silencio nadie escapa
sino para servirse en su relieve.
Nido ciénaga, cable de cabuyería
echado a mano alzada.
Remo por vuelta de inclinarse
achicador del musgo propio.
Ángeles de lo picado singladura.
El poema carece de occidente.
Zarpan sus restos de por muelle.
por las venas de arribo sierpe
repetidos. Ostra incurable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario