miércoles, 24 de diciembre de 2025

EN EFECTO

 

No hay furia de la traza correcta; ni libro sin 

sosiego. Toda perfección es obscena. Recuerdo 

de unos versos del inmejorable punch de un 

poema contundente. De Marcela Armengod. Del 

tiempo en que los buenos poemas venían en la 

portada rectangular de un pequeño sobre 

de azúcar. 

 

Vaya pleonasmo. Vaya siglo pasado. 

Vaya corta piel de las trincheras que no reclaman

signo porque lo que nos asedia como recuerdo 

aflora sin más. En la borra sin desierto

del afectio. 

 

Único de pocas, horizonte, que al confín hace hábitat.

 

 

 

 

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