A las calles de tierra
en pueblo de infancia
las traza un continuista.
Solapa y siesta
en miedo que asola.
Resolana en rémora
de sombra y
vidrios empañados
del amor de los cuerpos.
Grafitos de carbón de sueño
sin bostezo.
En el cajón de su lado
de la mesa de luz,
recorte póstumo.
Plaza de Mayo
y mi padre en ella.
Una foto de prensa
en su DNI
-simétrica y plegada
en óxido gris amarillo-
blandiendo una bandera
trepado a una farola.
Lámpara y luciérnaga.
Albiceleste;
negra y roja; y blanco
en multitud de cima
bajo el sol
de mayo
manuscrito.
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