miércoles, 16 de julio de 2014

LAURENCENA


Colinas de remanso 
cuecen la cruda de silencio 
en el barro. Cinco metros 
arriba que no achica
correntada
el sirirí de la infancia,
brazos del tobogán 
a dos caños 
del robot.

Ninguna creciente pasada 
fue mejor, regadero provincial 
desguace de aviones empotrados.

Entre ríos de siesta 
de arcilla del recuerdo
Laurencena en lo que estiba 
agua del cuello, echada
sombra de silo.


 


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario