Indemostrable al tentempie de arena que traduce. Ensalma arrobamientos.
Los desiertos erigen templos de espejismo. Invisibles notaciones. Y mañanas de otoño sobre las cosas.
En el sepia de huellas un racimo de ella se enciende para jugar desde el reflejo. Ventanal y felino.
Muy buen texto, Gaby... Esa extrañeza que ponés en tu pluma es incomparable...
ResponderEliminarAbrazo