El feriado está hecho de realitys, de una siesta más honda que sus rituales de hielo
natal y borrascas. Fango de espesor de moradas que alimenta los infiernos.
¿Agujerear el río congelado para congraciarme con el azul de los anzuelos esquivados?
¿Atisbar el recuerdo estibador en parcelas de escamoteo y superficie?
¿Deshilvanar de las riestras de agenda jornadas memorables?
¿Descocerlas de cuajo por vertientes de corrección y traducciones?
La navidad es una cinta negra de proselitismo desactivado.
Repasador del año que se junta a la década en numerales de saldo y turbulencias exceptuadas.
Salvo por la voz de Piensa en mí de una Chavela inédita de esplendor en la hierba
a piano y violín de Pink Martini, estos días, hasta que el nuevo año inicie, pertenecen al silencio
por escrito allí donde se lee.
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