martes, 31 de diciembre de 2013

DOCE UVAS


La infancia es el Mesías 
tracción de idas sin llegar
últimos franjados husos. 
Horario del jamás, 
ombligo del inicio.

Asistido sin cero 
tiempo del venir, 
signo, 
mero 
descuento 
o suma, hora 
señalada.

Copa donde mora
el instante  
arrancadero.
Pensamiento que 
conspira imbéciles 
sentidos de lo inocuo
entre hallazgo y alzada
donde la emoción pliega 
tras pliegue el hojaldre
enmascarado de soplillos.

Oscurecen temprano los 
pesebres, ramajes encendidos 
de lo que los mece sin luz, 
nacimiento. 

Árboles reflejo de por fuego 
narices en distancias de párpado. 

Yeso 
pintado de familias 
por generaciones de plástico 
y estruendo. 

Nudos de plato que por sed 
relámpagos del ver
indiscutible, rito. 

Nombre sabido lengua cada uva 
en el desconocido mar del gusto. 






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