El plano como rubios
cabellos de la lluvia
oblicua. Lo que
tiende gris
del ocre
la noche lo disuelve
sincrónico de intriga.
En el mar del día que acantona.
Y una noche sin luces por la carretera.
Y una Medea de entrepiso
-en el mercante fantasma-
del tugurio que dispara.
Sombra de escamas
por las branquias
sex and the filme noir
del cuerpo
con el que
se paga.
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