Del tinglado despertador por sacudidas
el soplo silvestre de la palabra cruda.
Y de su ombligo inmóvil
la lengua todo junta donde
nada reúne sino
su bien quitada
de lo dicho.
Labrado el mediodía
del solar al pequeño
escalón
sin podio
escrito.
Arpillera de ratas
en la marca mordida
de la piel interdicta.
Tirante por tirante
el tinglado sin cielo
del veneno antípodas
servido don de padres
sin el reino.
Habla olvido de días el proselitismo de
birria por injuria. Memoria hilacha del desecho.
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